viernes, 30 de agosto de 2013

El Insomnio

Dr. Francisco Campabadal De Mendiola
Especialista en Medicina Familiar y Geriatría
Director Médico para GNC


En nuestros tiempos, el insomnio es la principal queja relacionada con el sueño. Se estima que éste afecta a alrededor del 35% de la población general y su prevalencia incrementa significativamente  conforme avanza  la edad.

Se define en términos generales como una  “mala calidad de sueño”, aun cuando existen condiciones adecuadas y favorables  para obtener el mismo. Sus tres características principales son:

1.      Dificultad para iniciar el sueño.
2.      Dificultad para mantener el sueño durante la noche.
3.      Despertar de madrugada sin poder volver a lograrlo.

Todo lo anterior provocando una función diurna afectada y alterada.

Su impacto sobre la calidad de nuestras vidas puede llegar a ser profundo, pues uno de sus principales problemas, sino el principal, es la manera en que afecta el rendimiento personal a lo largo del día siguiente. Se conoce que su presencia está relacionada con un menor rendimiento laboral, el cual a su vez provoca un índice mayor de incapacitaciones, visitas médicas y disminución en ascensos laborales. Además, se ha propuesto que éste actúa como un factor de riesgo independiente para desarrollar otros males como la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular y la obesidad, entre otros. Su presencia está claramente asociada también con estados de ansiedad elevada, depresión, baja autoestima y poca motivación.


¿Cómo se trata el insomnio una vez diagnosticado? Lo primero que se recomienda es adoptar e implementar las llamadas “técnicas de higiene del sueño”. Estas incluyen: 

1.      Mantener un horario fijo para acostarse y despertar. 
2.      Evitar leer y ver televisión en la cama.
3.      No permanecer en la cama por más de 30 minutos si no se ha logrado el sueño.
4.      Evitar bebidas cafeinadas después del almuerzo.
5.      Evitar ingerir bebidas alcohólicas durante la noche.
6.      Evitar el fumado durante la noche (idealmente no fumar del todo).
7.      Evitar el ejercicio pesado durante horas de la noche.
8.      Evitar hacer siestas durante el día. 
9.      Reducir la cantidad de ruido y luz dentro de la recámara.


Existen además distintos medicamentos que pueden ser utilizados en conjunto con las técnicas de higiene para tratar el insomnio. 

Entre estos se encuentran diversos agentes farmacológicos de tipo sedante-hipnótico. Para los que no deseen consumir fármacos, una alternativa en forma de suplemento natural es la Melatonina. Por lo general, la estrategia que resulta más efectiva es combinar las técnicas de higiene del sueño con un medicamento hipnótico por tiempo limitado, de 2 a 6 semanas, para ayudar a reinstalar un ciclo diurno-nocturno saludable.

viernes, 13 de julio de 2012

Enfermedades aumentan en segundo periodo del año

   ·         El estrés provoca que el cuerpo secrete hormonas que aumentan el metabolismo, la presión arterial, el trabajo cardiaco e impiden conciliar el sueño, entre otros padecimientos.
·         Cacao puro, café, té negro y verde, vegetales frescos, kiwi, ajo, pimienta, entre otros, ayudan a acumular energía y evitar enfermedades.
Julio, 2012“Durante la segunda mitad del año se presentan más casos de enfermedades. Si bien son muchos los factores psicológicos, físicos, ambientales y sociales que influyen en el aumento de infecciones y accidentes, para la mayoría, la sensación de falta de tiempo por las tareas y asuntos pendientes, y el cansancio, implica dedicar menos tiempo al deporte, a comer saludablemente, a realizar actividades de ocio y a dormir las horas adecuadas”, explica la Dra. Alicia Marín, asesora médica de GNC.
Esto, produce trastornos en el sistema digestivo, inmunitario y nervioso, que pueden complicarse con enfermedades o accidentes.
Como explica la especialista en medicina natural, la fatiga es una sensación de cansancio, falta de energía y falta de fuerza, para llevar a cabo las actividades mentales y/o físicas cotidianas. Puede ocurrir como consecuencia de exceso de actividad o trabajo, por estrés, por trastornos del sueño, por exceso o déficit en la alimentación, por el uso o abuso de sustancias tóxicas o medicamentos y por infecciones u otras enfermedades.
“Cuando estamos cansados física o mentalmente, la forma más natural de recuperarnos es bajar el ritmo de trabajo físico y/o mental, dedicando el tiempo que sea necesario para dormir y realizar actividades recreativas saludables y placenteras”, destaca la Dra. Marín.
Es importante limpiar al cuerpo de residuos tóxicos, combatiendo el estreñimiento, hidratándose, respirando aire puro y comiendo alimentos frescos y livianos. Puede ser de utilidad realizar un programa de desintoxicación que combine productos naturales para el colon, el hígado y los riñones con ejercicios de relajación.
“El estrés es un factor determinante para la pérdida de energía. Cuando la persona se ve expuesta a situaciones que ponen en peligro real o potencial su vida, familia, seguridad o desarrollo personal, financiero o social, el cuerpo secreta hormonas especiales. Estas aumentan el metabolismo, elevan la presión arterial, el trabajo cardiaco y la glucosa sanguínea, contraen los músculos, disminuyen las funciones digestivas y mantienen el sistema nervioso en un estado de alerta permanente que dificulta la conciliación del sueño”, explica la doctora.

RECOMENDACIONES PARA MANTENER UN ALTO NIVEL DE ENERGÍA

Los alimentos que se pueden ingerir para acumular energía son: cacao puro, café, té negro y verde, té de jazmín, vegetales frescos, algas, frutas cítricas, kiwi, ajo, jengibre, pimienta y chile.
De igual manera, los productos naturales básicos para elevar el nivel de energía son: el gin seng, la maca, la clorofila, las vitaminas del grupo B, la espirulina, la Coenzima Q10, el magnesio, el guaraná, la DEHA (dehidroepiandrosterona), el hierro, la L-carnitina, el selenio, la taurina y el licopeno.
La especialista exhorta a seguir los siguientes consejos para afrontar la segunda mitad del año con alta energía:
♦ Dormir la cantidad de horas adecuadas. Se debe disponer de al menos 8 horas de sueño y 8 horas para realizar actividades sociales, recreativas o familiares, diariamente.
♦ Realizar varias comidas pequeñas durante el día, en vez de pocas comidas grandes.
♦ Realizar ejercicio físico diariamente, de preferencia en la mañana.
♦ Aumentar el consumo de vegetales y reducir el consumo de alimentos de origen animal.
♦ Consumir líquidos abundantes en horas de la mañana y pocos en horas nocturnas.
♦ Las bebidas estimulantes, como el café, té y el chocolate, deben consumirse en horas de la mañana para aprovechar su efecto durante las horas de mayor actividad en el día y no producir retraso o interrupciones enel sueño. 

miércoles, 27 de junio de 2012

Prevención de Padecimientos Digestivos

Junio, 2012“El sistema digestivo encierra una gran cantidad de funciones básicas para el funcionamiento del cuerpo humano. Los problemas pueden suceder en la boca y lengua, esófago, estómago, intestino delgado y grueso, también existen afecciones del recto y ano, hasta desórdenes de hígado y páncreas”, explica la Dra. Alicia Marín, asesora médica de GNC.

Según datos del Área de Estadística en Salud de la CCSS, durante el 2010, el 10.31% del total de egresos hospitalarios fue por un problema digestivo (34.063 casos), segundo porcentaje más alto, pues solamente es superado por los egresos por embarazo y parto.
Además, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo, durante el 2010 murieron 1349 personas por una enfermedad del sistema digestivo, lo que significa casi cuatro personas por día.
Cáncer gástrico
Algunos de los síntomas que pueden indicar riesgo de cáncer de estómago son: ardor en la boca del estómago, agrura o acidez, distensión abdominal, vómitos o nauseas persistentes, vómitos con sangre, estreñimiento, heces negras como carbón, pérdida de peso, pérdida severa del apetito y anemia, entre otros.
Los síntomas de los padecimientos digestivos son discretos y en la mayoría, se consideran como parte diaria de nuestras vidas, por lo que suelen pasarse por alto.
Alimentos y refuerzos naturales para colaborar con la prevención
La adecuada nutrición no solo depende de aquello que consumimos, sino también del estado en el que se encuentra el sistema digestivo. Existen alimentos y refuerzos naturales que pueden ayudar a aliviar síntomas y facilitar el proceso digestivo: enzimas digestivas, probióticos, aloe vera, fibra y extractos de hierbas y plantas.
Por ejemplo, las enzimas digestivas permiten que el organismo absorba y aproveche los nutrientes que contienen los alimentos presentes en la dieta. Aunque se lleve a cabo una alimentación equilibrada, si el aparato digestivo no puede transformar y absorber los nutrientes, resulta difícil gozar de una buena salud.
“Una insuficiente producción de enzimas ya sea por enfermedad, por una mala alimentación o por el mismo proceso de envejecimiento, puede ocasionar la aparición de diversas alteraciones digestivas y disminuir la asimilación de nutrientes”, advierte Marín, quien recalca que en caso de que el cuerpo no produzca la cantidad necesaria, estas se pueden tomar como parte de la suplementación nutricional.
Los probióticos son microorganismos vivos, que administrados en cantidades correctas, promueven beneficios en la salud. Cómo explica la especialista, estos actúan a nivel del tubo digestivo, estabilizando la composición de la flora bacteriana e incrementando la resistencia del organismo frente a microorganismos patógenos.
Otro alimento que resulta útil es el Aloe Vera, que es de gran ayuda en caso de presentar úlceras gástricas, acidez estomacal, gastritis, colitis o estreñimiento.
“La fibra, por su parte, contribuye a regular el tránsito intestinal y por tanto, facilita la evacuación de residuos. Además, el consumo de fibra aumenta la sensación de llenura o saciedad, lo cual es útil para prevenir ingestas excesivas de alimentos”, indica la Dra. Marín, quien recomienda consumir entre 25 y 30 gramos de fibra al día.
Según la especialista en medicina naturista, los extractos de hierbas yplantas pueden contribuir a mejorar la digestión y son comúnmente utilizadas en casos de inflamación, acidez, espasmos y nauseas. Algunos ejemplos son: manzanilla, hinojo, menta, hombre grande, clavo y jengibre.
Recomendaciones para evitar los trastornos digestivos

  • Evitar los excesos, masticar bien, comer y beber despacio y no abusar de las bebidas alcohólicas.
  • Evitar comidas y bebidas muy frías o muy calientes, altas en grasa y el exceso de azúcares.
  • No utilizar condimentos, colorantes y saborizantes artificiales que irritan la mucosa gástrica y aumentan la acidez estomacal. Preferir las hierbas aromáticas.
  • Esperar un tiempo prudencial para acostarse después de las comidas.
  • Evitar el estrés, pues estudios lo han relacionado con afecciones gastrointestinales; es necesario llevar un ritmo de vida relajado.
  • Hágase chequeos preventivos de rutina. Por ejemplo, una gastroscopía y colonoscopía al año después de los 40 años.

viernes, 15 de junio de 2012

Necesidades Nutricionales del Hombre


62.4% de la población masculina entre 20 y 64 años de edad, tiene sobrepeso u obesidad
50% de la alimentación del hombre adulto debería componerse de frutas y vegetales
  • Se deben fortalecer diferentes órganos y consumir mayores cantidades de nutrientes, dependiendo de la etapa de la vida en que se encuentre.
  • La andropausia, versión masculina de la menopausia, produce un descenso en el metabolismo del cuerpo, provocando una lenta asimilación de nutrientes. 
Junio, 2012Las necesidades nutricionales de los hombres cambian constantemente, conforme se llega a la adultez mayor. Los hombres tienen mayor predisposición a padecer trastornos cardiovasculares y su sistema inmune no reacciona tan intensamente como el de las mujeres, por ello la relevancia de mejorar los hábitos de vida y la dieta.
La doctora Alicia Marín, asesora médica de GNC, recomienda consumir la cantidad de alimentos necesaria según la edad, el peso y la actividad física que se realiza. El 50% de los alimentos deben ser vegetales y frutas, 25% granos (de preferencia integrales) y 25% proteínas como el pescado y el huevo.
Jóvenes: los hombres mayores de 18 años deben adoptar hábitos que generen salud a corto y largo plazo, como el consumo de alimentos orgánicos y naturales, limitar el consumo de alcohol, realizar actividad física regularmente, mantener un peso adecuado y dormir lo necesario.
Las enfermedades mas frecuentes en esta edad son las contagiosas en el tracto respiratorio, digestivo y sexual, las intoxicaciones por alcohol o drogas, la gastritis y la colitis.
“Al tratarse de una etapa de profundos cambios biológicos, psicosociales y cognitivos que tienen efecto directo en el estado nutricional, se aumentan en gran medida las necesidades de energía, proteína, vitaminas y minerales”, explica la Dra. Marín.
Adultos: el hombre adulto debe evaluar su estilo de vida y modificar costumbres o hábitos poco saludables. Es importante eliminar las sustancias tóxicas acumuladas en el organismo a lo largo de los años,  especialmente en el intestino grueso, hígado, pulmones, riñones y piel.
“Es recomendable oxigenarse e ingerir una adecuada cantidad de fibra y líquidos. Los productos herbales con propiedades desintoxicantes como la clorofila y la silimarina suelen ser útiles. Además es importante iniciar con chequeos médicos de forma regular para detectar a tiempo cualquier enfermedad”, comenta la especialista.
Adulto mayor: La andropausia es una disminución de las hormonas masculinas que inicia en los varones alrededor de los 60 años de edad, produce un descenso en el metabolismo del cuerpo, haciendo que los procesos de asimilación de nutrientes, reparación de tejidos y producción de enzimas, se tornen lentos y a veces ineficientes para mantener el rendimiento de los sistemas digestivo, musculo-esquelético, sexual y nervioso.
Para mejorar la sexualidad y las funciones hormonales, Marín recomienda suplementos a base de hierbas como la Gotu kola, la Daminana, el Licopeno y las vitaminas del grupo B; para cuidar la función digestiva aconseja la fibra, probióticos y enzimas; para la función cardio-circulatoria los antioxidantes y omegas y para el sistema inmunológico la vacunación respectiva, vitaminas y suplementos herbales.
Recomendaciones para prevenir enfermedades

-Trastornos cardiovasculares: Disminuir el consumo de sodio, grasas saturadas, colesterol, harinas y azúcares refinados. Aumentar la ingesta de frutas, vegetales, cereales integrales, ácidos grasos, omega 3, vitamina C, folatos, flavonoides, potasio, calcio y magnesio.

-Cáncer de estómago, colon, pulmón y próstata: Evitar frituras, alimentos quemados o ahumados y las grasas de origen animal. Incluir en la dieta una buena cantidad de vegetales frescos, almendras, fibra, ácidos grasos, omega 3, vitaminas B2, B6, B12, folato, C, D y E, selenio, calcio y zinc y ajo. Puede ser valiosa la suplementación con coenzima Q10, melatonina, shiitake, diente de león, te verde, equinácea y uña de gato.

-Demencias: Evitar el alcohol en exceso, alimentos procesados y la contaminación con metales como el aluminio y el mercurio. Consumir fibra en abundancia, así como cantidad suficiente de boro, potasio, complejo B, zinc y selenio. Es beneficiosa la suplementación con lecitina, ginkgo biloba, coenzima Q10 y resveratrol.

-Trastornos articulares: Tratar el sobrepeso y reducir los alimentos de origen animal. Incluir en la dieta cebolla, ajo, espárragos, perejil, vitamina K, E y B5, boro, ácidos grasos omega 3, cereales integrales, piña fresca, chile, alfalfa, glucosamina y condroitina.

-Trastornos digestivos: masticar adecuadamente, respetar los tiempos de comida, reducir los lácteos, consumir cereales integrales, vegetales, frutas y verduras con cáscara, probióticos, suplementos enzimáticos, glutamina y vitamina D.

Desarrollo Muscular en el Deportista

Alicia Marín Rojas
Asesora Médica 
GNC Costa Rica

Uno de los principales intereses del deportista, es el desarrollo y el mantenimiento de la masa muscular, que le permita tener un adecuado desempeño en sus prácticas  y una buena apariencia física.

Para lograr estos objetivos, lo primero que hay que tomar en cuenta es proteger la fibra muscular de daños o desgarros al ejercitar, para esto es recomendable:

Hidratarse bien, antes, durante y después del ejercicio, reponiendo el agua y los electrolitos perdidos al sudar.

Utilizar antioxidantes inmediatamente después de entrenar. Estos se encuentran en los vegetales y frutas o en productos nutracéuticos especializados como el resveratrol o el ácido alfa lipóico.

Realizar el ejercicio con suficiente intensidad pero respetando la capacidad física, sin que este llegue a producir dolor, ya que esto significaría que las fibras musculares se están dañando y se producirá una reducción de la masa en consecuencia.

Descansar y oxigenarse entre los ciclos de repetición y dormir adecuadamente antes y después de los entrenamientos, para evitar la producción de ácido láctico y reponer las sustancias perdidas por el esfuerzo.

En segundo lugar se debe estimular al músculo a crecer, para esto hay que aportarle:

Aminoácidos fáciles de absorber, ácidos grasos esenciales y vitaminas del grupo B, para que el músculo tenga los nutrientes que requiere para crecer. Estos deben consumirse antes y después de ejercitar y se encuentran en los huevos, carnes y aceites vegetales, también en batidos diseñados especialmente para este objetivo.

Sesiones de trabajo muscular lento y moderado, con peso o tensión, para que los músculos fabriquen “fibras rojas” que son más voluminosas que las que se producen durante el ejercicio aeróbico prolongado o extenuante, denominadas “fibras blancas”.

Calentamiento y estiramiento antes y después de las sesiones de trabajo, para favorecer la circulación de nutrientes y oxígeno en el músculo y prevenir lesiones.

Es importante consultar al entrenador físico sobre los ejercicios y rutinas más aconsejables según las características y objetivos de cada persona.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Fortalezca sus defensas y prepare su cuerpo para la época lluviosa


  • Un sistema inmunológico en buen estado es fundamental para evitar las enfermedades comunes del cambio de estación.
  • La planta Equinácea reduce en un 58% las probabilidades de adquirir un resfriado y disminuye la duración de sus síntomas en un día y medio.
Mayo, 2012. Con el inicio de la época lluviosa, comienzan también los resfríos y enfermedades respiratorias, casi de forma automática. La realidad es que si tuviéramos el sistema inmunológico en perfectas condiciones, el cambio de estación pasaría casi desapercibido para nuestro cuerpo, evitando así complicaciones en la salud.
“El sistema inmunológico realiza funciones de limpieza y desintoxicación del cuerpo. Además, produce células especializadas en detectar y destruir microorganismos. Cuando el sistema descubre que ha ingresado un virus, hongo o bacteria, este envía una gran cantidad de glóbulos blancos que intentarán detener la infección”, explica la Dra. Alicia Marín, asesora médica de GNC.
La especialista indica que el resfriado es un conjunto de síntomas físicos que se producen como consecuencia del ingreso de un virus o una bacteria a la nariz y/o la garganta, que ataca las paredes internas de estas zonas, generando inflamación y secreción. En caso de que el sistema inmunológico no lo combata eficientemente, se produce la gripe.
Para fortalecer el sistema inmune y así evitar resfríos e infecciones respiratorias durante la época lluviosa, es importante: tener una dieta balanceada, rica en Vitamina C, antioxidantes y probióticos; tener todas las vacunas al día, incluyendo la anual de la gripe; lavarse frecuentemente las manos; y utilizar un pañuelo desechable al toser o estornudar.
La Dra. Marín explica que los alimentos que ayudan a fortalecer el sistema son aquellos que contienen grandes cantidades de antioxidantes, minerales y vitaminas, los cuales abundan en los vegetales.
Por otra parte, las frutas como la mora, uva, arándanos, dátiles y los cítricos como el limón y la naranja, son ricos en vitamina C, la cual tiene un alto poder de antioxidante. De igual manera, se recomienda el consumo de yogurt, por su alto contenido de probióticos.
El sistema inmunológico también se puede ver debilitado por la mala alimentación, el agotamiento y el estrés.
La Equinácea
La Equinácea puede ser la solución que se busca para salir airoso de la época de lluvias constantes. Se trata de una planta inmunoestimulante que activa de forma natural las defensas y ayuda a combatir las infecciones respiratorias.
El estudio “Evaluación de la Equinácea para la prevención y tratamiento del resfriado común[1]”, de la revista The Lance Infectious Diseases, revela que la planta puede disminuir un 58% las probabilidades de adquirir un resfrío y acorta en un día y medio la duración de los síntomas.
Como explica la Dra. Marín, la planta no solamente previene los resfriados, sino que además se utiliza para tratarlos, pues reduce los síntomas y evita recaídas.
“Aparte del fortalecimiento del sistema inmune, la Equinácea además es útil para tratar el resfriado, una vez que ingresa al organismo. Además, tiene un efecto antinflamatorio y cicatrizante y es de utilidad en caso de infecciones vaginales, urinarias y trastornos digestivos”, finaliza Marín.


Evaluation of echinacea for the prevention and treatment of the common cold: a meta-analysis. Julio, 2007.[1] http://www.thelancet.com/journals/laninf/article/PIIS1473309907701603/abstract


viernes, 13 de abril de 2012

El papel fundamental de los omega-3 y omega-6 en nuestro organismo


Dentro de los ácidos grasos esenciales encontramos los omega-3 y omega-6. Los cuales el organismo requiere para su normal funcionamiento, y este no los puede producir, sólo se pueden adquirir a través de la alimentación. Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en el lino, las semillas de calabaza,  las nueces y, sobre todo en el pescado de agua fría como la sardina, el arenque, el salmón y el atún. 

Los ácidos grasos omega-6 se encuentran en los aceites de semillas de plantas, como la onagra, el girasol y el maíz. Sin embargo, no siempre es posible incorporarlos a través de la dieta, por lo que es aconsejable un suplemento dietético.

Actividad antiinflamatoria

Diversos estudios científicos determinan que algunas enfermedades inflamatorias crónicas, como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la artritis reumatoide, la osteoartritis y el asma, pueden ser tratadas con ácidos grasos omega-3 para reducir su sintomatología. 
La piel: La piel necesita ácidos grasos esenciales, sobre todo cuando se expone a situaciones de estrés, como quemaduras solares, pérdida de elasticidad o sequedad.
Mucosas:  El aporte de ácidos grasos es imprescindible para el mantenimiento de la estructura y la función de las mucosas.

Influencia en el desarrollo infantil

Investigadores del Departamento de Medicina de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) realizaron un estudio con 48 niños hiperactivos y 49 niños control, en igualdad de edad y sexo. Los análisis de sangre mostraron que los niños hiperactivos tenían valores inferiores de ácidos grasos esenciales en sangre.
• Los niños hiperactivos se resfriaban y tosían con mayor frecuencia (el 44% frente al 8% en niños normales).
• El 52% de los niños hiperactivos tenía un grado anormal de sed, frente a sólo el 6% de los niños control.
• Los niños hiperactivos tenían más dificultades para hablar y aprender el idioma (el 32% frente al 6%) y dificultades de aprendizaje (el 67% frente al 6%).

Efectos en la mujer 
Ciclo menstrual: El ácido graso omega-6 aumenta los valores de prostaglandinas, cuya función es disminuir la inflamación y las contracciones uterinas propias del síndrome premenstrual. De esta manera, se reduce el dolor.
Embarazo y lactancia materna:  Los  ácidos grasos desempeñan un papel importante en el desarrollo del sistema nervioso central. Además tienen vital importancia durante el embarazo, pues reducen el riesgo de nacimientos prematuros, ayudan a relajar la musculatura uterina en el momento del parto y disminuyen el riesgo de que la madre desarrolle hipertensión asociada con el embarazo. Asimismo, se ha comprobado que una deficiencia  de omega-3 contribuye a la aparición de la depresión posparto.

Riesgo cardiovascular

Los ácidos grasos omega-3 han demostrado ser altamente eficaces en la prevención de los problemas cardiovasculares,  investigaciones que demuestran que su consumo regular disminuye los valores de triglicéridos y colesterol, así como la presión arterial, la trombosis y la placa de ateroma, y reducen el riesgo de arritmia y muerte súbita.
De todo lo expuesto anteriormente se deduce la importancia de un suplemento con ácidos grasos, ya que su ingesta a través de la alimentación actual es insuficiente.

Referencias:
Aires David; Capdevila Nuria, y Segundo María José (2005). Ácidos grasos esenciales. Ámbito Farmacéutico, 96-102.