Inactividad física es la
cuarta causa más importante de muertes por enfermedades no transmisibles
- El 50.1% de la
población costarricense es sedentaria o insuficientemente activa.
- Educador físico da recomendaciones para
iniciar a realizar algún tipo de deporte.
Marzo, 2012. El ritmo de
vida de la sociedad actual es acelerado, demandante y de mayores exigencias
profesionales, por lo que el deporte y actividad física pueden quedar relegados
a un segundo plano. Sin embargo, es un aspecto fundamental para lograr un
estilo de vida saludable, que otorgue bienestar físico y mental.
“La actividad física
practicada con regularidad, reduce el riesgo de cardiopatías coronarias y
accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo II, hipertensión, cáncer de colon,
cáncer de mama y depresión. Además, mantiene las articulaciones, los tendones y
ligamentos flexibles, de modo que es más fácil para la persona moverse y reduce
algunos de los efectos del envejecimiento”, explica Giner Garro, Educador
Físico de GNC, empresa de productos naturales para la nutrición, salud y
deporte.
Como explica Garro, la
actividad física además produce otros beneficios psicológicos, como el aumento
de la autoconfianza, sensación de bienestar y mejora del funcionamiento
intelectual. Por otra parte, ayuda a prevenir las enfermedades mentales, pues
se es menos susceptible a los factores desencadenantes de las mismas.
“En el 2009, la inactividad física se identificó
como la cuarta causa más importante, a nivel mundial, en las muertes de origen
crónico degenerativo y contribuye en más de 3 millones de muertes prevenibles
alrededor del mundo. Al menos un 60% de la población mundial no realiza la
actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud”, dice el Plan
Nacional de Actividad Física y Salud 2011-2021.
El Plan explica que se estima que la inactividad
física es la causa principal de aproximadamente un 21%-25% de los cánceres de
mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y el 30% de la carga de cardiopatía
isquémica. Por esto, las enfermedades no transmisibles asociadas a la
inactividad física, son el mayor problema de salud pública en la mayoría de
países del mundo.
Según la Encuesta de Consumo de Drogas, del
Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia,
en el año 2010, el 50.1% de la población es sedentaria o insuficientemente
activa. En el año 2006 era de 66.4% y en 1995 de 77.7%. A pesar de un aumento
gradual en el porcentaje, los números siguen siendo alarmantes.
Por otra parte, según la Encuesta Global de Salud
Escolar
solo un 27,4% de la población adolescente entre 13 a 15 años de edad es
físicamente activa. A su vez un 44% pasa tres horas o más sentados, fuera de
las horas de colegio y de hacer tareas, por lo que se puede deducir que las actividades
recreativas son de tipo sedentario.
Antes de iniciar a
realizar algún tipo de deporte o actividad física, las personas deben tener
consciencia de la importancia de prepararse sanamente para esto, no solo para
buscar el mayor rendimiento, sino también para garantizar que el estado de
salud es óptimo y no se verá en cambio, perjudicado.
Algunas recomendaciones
para iniciar:
- Escoja algo que le guste hacer. Asegúrese que sea algo
físicamente apropiado para usted.
- Consiga un compañero. Hacer ejercicio con alguien más puede
hacerlo más divertido.
- Varíe su rutina. Usted tiene menos probabilidad de aburrirse o de
lesionarse si cambia su rutina.
- Escoja una hora del día que sea cómoda. No entrene al poco tiempo
después de haber comido.
- No se desanime. Puede tomarse meses o semanas antes de que usted
empiece a notar algunos cambios por el ejercicio.
- Olvídese del refrán que dice que sin dolor no hay ganancia.
Mientras que un poquito de malestar es normal después de comenzar a hacer
ejercicio, el dolor no lo es.
- Haga del ejercicio algo divertido. Por ejemplo, escuche música.
Nutrición para personas
activas. Una dieta adecuada, en
términos de cantidad y calidad, es imprescindible para optimizar el rendimiento,
por lo que la alimentación, así como la suplementación, son fundamentales para
obtener buenos resultados. La malnutrición en deportistas es un mal común por
la falta de asesoramiento de un especialista.
“La actividad física
aumenta las necesidades energéticas y de algunos nutrientes, por ello es
importante llevar una dieta equilibrada basada en una gran variedad de
alimentos. Además, hay otros factores que condicionan los requerimientos
calóricos de cada individuo, como la intensidad, tipo de actividad, duración, edad,
sexo y composición corporal, temperatura y grado de entrenamiento”, explica
Paola Soto, nutricionista de GNC.
La especialista indica
que la hidratación en las personas que hacen ejercicio es un punto clave, pues
se debe asegurar la ingesta adecuada de líquidos antes, durante y después del
ejercicio, particularmente si es de larga duración o se lleva a cabo en condiciones
ambientales cálidas.
“El sobre entrenamiento
puede dar lugar a un estado de estrés mantenido, que se traduce en una
situación de oxidación continua. Esta circunstancia genera una cantidad
excesiva de radicales libres que pueden producir fatiga. Antes esto, el
organismo se debe defender con antioxidantes”, indica Soto.
Por otra parte, la
proteína juega un papel primordial en funciones fisiológicas que son esenciales
para el desempeño físico óptimo. Este es el principal nutriente utilizado en la
construcción y reparación de todos los tejidos corporales, por lo que se
necesita para la regulación del metabolismo.
“La alimentación es de
suma importancia, pero también lo es el descanso. Dormir es un acto restaurador
y en cualquier actividad que se requiera esfuerzo, es fundamental la
recuperación”, finaliza la nutricionista.