lunes, 19 de marzo de 2012

La Importancia del Sueño

La sociedad actual es consciente del gran impacto que surte el sueño sobre la vida de las personas. Los efectos del sueño no se limitan al propio organismo -necesidad de restauración neurológica- , sino que afectan el desarrollo y funcionamiento normal de un individuo en la sociedad (rendimiento laboral o escolar, relaciones interpersonales, seguridad vial, etc.).
De este modo, la calidad del sueño constituye un aspecto clínico de enorme relevancia. Así lo demuestran las estadísticas al respecto: 30-40% de la población padece de insomnio, 1-10% sufre apneas de sueño y 60% de los trabajadores por turnos informa de alteraciones del ritmo circadiano.

Inicio del sueño
Hay una serie de conductas que facilitan la aparición del sueño, y otras que lo evitan. La búsqueda de un lugar tranquilo, protegido, con baja estimulación lumínica y sonora es una conducta habitual en muchas especies animales, incluida la humana. Por el contrario, el estrés, el miedo, un lugar de descanso extraño, el dolor, la actividad física desmesurada o la toma de sustancias estimulantes pueden retrasarlo.
El mejor indicador del momento de iniciar el sueño es la sensación subjetiva de somnolencia, que usualmente se acompaña de signos externos visibles, como la disminución de motilidad (en adultos; en niños puede ser la presencia de hiperactividad), la disminución de parpadeo espontáneo, el bostezo –no siempre indicador de somnolencia–, la regularidad en la respiración, la dificultad para mantener los ojos abiertos, el aumento de la temperatura en las manos y los pies y la disminución de reactividad a estímulos externos. Si al poco de haberse dormido se despierta a la persona, la sensación subjetiva de haber dormido no está presente de forma constante hasta que al menos se ha dormido 8-10 min. Períodos más cortos de sueño no siempre son percibidos como sueño por el sujeto.

Sueño establecido
La conducta de una persona adulta dormida se caracteriza, la mayor parte del tiempo, por respiración regular e inactividad motora sólo interrumpida por cambios en la postura, aproximadamente cada 20 min, que presumiblemente protegen al organismo de los efectos lesivos del decúbito prolongado sin alterar la continuidad del sueño más que brevemente.
Estos cambios posturales son mucho más difíciles de realizar en pacientes con enfermedades que limiten la movilidad (p. ej., enfermedad de Parkinson avanzada, artritis, etc.), y ello contribuye a romper la continuidad del sueño.
La presencia de algunos despertares durante el sueño es un fenómeno normal y variable en número según la edad de la persona (mínimos en la infancia, ocasionales en el adulto joven, más frecuentes en el anciano) y circunstancias diversas.

Sueños
Del contenido mental durante el sueño la mayoría de las personas no recuerda mucho. El contenido de los sueños que se recuerdan espontáneamente suele ser particularmente abigarrado, ilógico pero al mismo tiempo vívido y bastante emotivo, lo que no implica que todos los sueños sean iguales.

Despertar
En general, en un adulto el episodio principal de sueño finaliza espontáneamente tras unas 7-8 h. En algunas personas la transición del sueño a la vigilia sólo se produce pasando por un período de lentitud psicomotora y de «inercia de sueño» que tarda un cierto tiempo en desaparecer. Se desconocen las bases biológicas de la sensación de descanso y alerta que ocurre tras haber dormido bien.

Importancia clínica del sueño y sus trastornos
Hay una serie de entidades cuyo síntoma principal es la alteración del sueño. El insomnio y las apneas de sueño son algunos de los trastornos de sueño más frecuentes y cada vez más conocidos tanto por médicos como por la población general, mientras que la narcolepsia y algunas parasomnias (trastornos de conducta durante el sueño) todavía son relativamente ignoradas.
Las consecuencias cardiovasculares de las apneas de sueño y los accidentes laborales o de tráfico en pacientes con hipersomnia son algunos de los aspectos con más repercusión social de estas enfermedades. Además, el sueño puede producir también cambios relevantes en los síntomas de la enfermedad «diurna», o viceversa, la enfermedad de base o su tratamiento pueden impedir la aparición de un sueño reparador y ocasionar más malestar y sufrimiento al paciente. Todas estas situaciones pueden tener relevancia clínica.

Los trastornos del sueño constituyen uno de los problemas de salud más relevantes en las sociedades occidentales. La importancia de una buena calidad de sueño no solamente es fundamental como factor determinante de la salud, sino como elemento propiciador de una buena calidad de vida. La calidad del sueño no se refiere únicamente al hecho de dormir bien durante la noche, sino que también incluye un buen funcionamiento diurno (un adecuado nivel de atención para realizar diferentes tareas).

Referencias:
Calidad del Sueño en Estudiantes Universitarios: Importancia de la Higiene del Sueño. Juan Carlos Sierra, Carmen Jiménez-Navarro, Juan Domingo Martín-Ortiz. Salud Mental, Vol. 25, No. 6, Diciembre 2002.
Mecanismos y función del sueño: su importancia clínica. Joan Santamaría. Med Clin (Barcelona) 2003; 120(19):750-5.

1 comentario:

  1. Que medicina pueden recomendar yo tengo proulemas para dormir duermo sueño tanto amanesco debil no descanso al dormir me pueden ayudar gracias llevo 2 años asi

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